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noviembre 06, 2010

Ecuador y su economía social



“Estamos haciendo historia (la oposición) no va a poder ocultar el sol con un dedo. Estamos cambiando, transformando profundamente al Ecuador, esa patria de todas y de todos, donde los recursos se reparten equitativamente, así hayamos nacido en Guayaquil, Quito, San Vicente o Bahía”, dijo el Presidente Rafael Correa el día que se inauguró el puente Bahía San Vicente. Esta frase, más allá de referirse a una obra construida lejos de las grandes ciudades como Guayaquil, Quito o Cuenca como muestra de inversión equitativa, encierra el concepto mismo del modelo de desarrollo económico y social de la Revolución Ciudadana, ahora expresado en el Código Orgánico de la Producción que se debate en el Pleno de la Asamblea Nacional.

Este Código, junto con el Código de Planificación y Finanzas Publicas, el Código Orgánico de Organización Territorial COOTAD y la Ley Antimonopolio, pretenden desmontar todo un aparato estatal configurado alrededor del neoliberalismo a nivel interno, y de la globalización a nivel internacional, que por décadas, tanto en la división internacional del trabajo, como en la economía internacional, han situado al ecuador como proveedor de materia prima e importador de productos transformados en el exterior. 

Por otra parte, según el PNUD en su informe de desarrollo humano publicado en el 2010, el segundo país latinoamericano con altos índices de desigualdad es Ecuador (el primero es Bolivia). Esto es consecuencia en gran parte, de la aplicación del modelo primario de exportación que favoreció a los grandes grupos de Poder ubicados en principalmente en la ciudad de Guayaquil, donde también se concentro la obra pública en infraestructura vial, telecomunicaciones, eléctricas, los servicios de salud, educación, vivienda y otras prestaciones sociales que hicieron posible la productividad y alta rentabilidad de sus empresas. Lógicamente la rentabilidad se quedo en manos de los dueños de estas empresas,  en perjuicio del Estado, de los trabajadores y sus familias y la comunidad en general.

En tales circunstancias, el país le apuesta a un modelo de economía social de mercado para el Buen Vivir, es decir, que a través de la competitividad inteligente asegure libertad real entre los agentes económicos para ofertar y demandar bienes y servicios. Dicho de otra forma, pretende establecer relaciones horizontales entre proveedores y consumidores, que les permitan a estos últimos elegir bienes y servicios de calidad y que realmente satisfagan sus necesidades, tanto físicas como espirituales y con la capacidad adquisitiva que les aporta el Salario Digno, asegurar rentabilidad a los proveedores. Adicionalmente, busca que nuevos productores y propietarios de los factores de producción aparezcan en escena y compitan, para lo cual se buscarán mecanismos solidarios de producción (Art. 22)

Adicionalmente, el Código de la Producción se preocupa de los recursos humanos, de la fuerza laboral, cuya mano de obra calificada o no, aporta de manera sustancial en la producción. En ese sentido, la reforma pretende promover la formación y desarrollo de capacidades altamente técnicas en los trabajadores, que les permitan ejercer con mayor destreza y responsabilidad su rol en la producción. Adicionalmente, el concepto de salario digno que sitúa al trabajador en condiciones de dignidad y realización económica y social. De manera paralela el Estado está preocupado en la prestación de servicios de salud y educación a favor de los recursos humanos y sus familias, a través de la política social asociada al Presupuesto General del Estado (Código de Planificación y Finanzas Públicas)

Otro asunto interesante del Código de la Producción son las Zonas Especiales de Desarrollo económico que promueven el ordenamiento territorial para mejorar la producción en ciertas áreas geográficas que hasta el momento se dedican al monocultivo. Podría ser una de ellas, la Provincia del Carchi, que además es fronteriza.

En cuanto al Rol del Estado, es importante que se fortalezca la institucionalidad que ejecuta el modelo de economía social. El Código cumple la Constitución, al definir que a nivel del Ejecutivo, pero también en los Gobiernos Autónomos Descentralizados, los derechos económicos y sociales se hagan exigibles a través de políticas públicas, y que el Ejecutivo, a través del Consejo Sectorial, asuma la rectoría de las políticas públicas en la materia. Un tema importante que rescatar, es que debe considerarse la participación de todos los agentes económicos en la toma de decisiones sobre la productividad en Ecuador, para lo cual, debería sustituirse la figura de Consejo Consultivo en incorporar a un delegado de estos sectores en el Consejo Sectorial, a fin de que en las políticas de desarrollo productivo, políticas industriales y comerciales, también se reflejen los intereses de todos los sectores. La figura de la Silla Vacía podría ser una referencia.

Dice Gandhi sobre la dignidad: “En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle”. Es momento de transformar las estructuras de desigualdad que tiene nuestro país, y el Código Orgánico de la Producción es una aproximación importante a esa transformación.

septiembre 10, 2010

Internacionacionalización del Amazonas

No se trata de internacionalizar lo que ya es internacionalizado. Parece desconocerse  este hecho. De nuevo, no es asunto de internacionalizar sino el reconocer la internacionalización si queremos proteger la humanidad de la autodestruccion.
Educadísima Bofetada a los EEUU....!!

DECLARACIONES DE CHICO BUARQUE.
MINISTRO DE EDUCACIÓN DE BRASIL.


No todos los días un brasileño les da una buena y
educadísima bofetada a los estadounidenses.

Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, le
preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual
Ministro de Educación de Brasil, CRISTOVÃO CHICO
BUARQUE, qué pensaba sobre la internacionalización de la
Amazonia. Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo
su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un
humanista y no de un brasileño.

Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:

Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra
de la internacionalización de la Amazonia. Por más que
nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio,
él es nuestro.

Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación
ambiental que sufre la Amazonia , puedo imaginar su
internacionalización, como también de todo lo demás, que
es de suma importancia para la humanidad.

Si la Amazonia , desde una ética humanista, debe ser
internacionalizada, internacionalicemos también las
reservas de petróleo del mundo entero.

El petróleo es tan importante para el bienestar de la
humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de
eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de
aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.

De la misma forma, el capital financiero de los países
ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una
reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar
solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar
la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las
decisiones arbitrarias de los especuladores globales.

No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para
quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.

También, antes que la Amazonia , me gustaría ver la
internacionalización de los grandes museos del mundo.
El Louvre no debe pertenecer solo a Francia.
Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas
por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio
cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea
manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país.

No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió
enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro.
Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido
internacionalizado.

Durante este encuentro, las Naciones Unidas están
realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de
países tuvieron dificultades para participar, debido a
situaciones desagradables surgidas en la frontera de los
EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las
Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos
Manhatan debería pertenecer a toda la humanidad.
De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de
Janeiro, Brasilia... cada ciudad, con su belleza
específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.

Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia , para no
correr el riesgo de dejarla en manos de los
brasileños,internacionalicemos todos los arsenales
nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son
capaces de usar esas armas, provocando una destrucción
miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas
en los bosques de Brasil.

En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia
de los Estados Unidos han defendido la idea de
internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda.

Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño
del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la
escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a
todos ellos sin importar el país donde nacieron, como
patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Mucho
más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes
traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la
Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían
estudiar; que mueran cuando deberían vivir.

Como humanista, acepto defender la internacionalización
del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño,
lucharé para que la Amazonia , sea nuestra. ¡Solamente
nuestra!

OBSERVACIÓN: Este artículo fue publicado en el NEW YORK
TIMES, WASHINGTON POST, USA TODAY y en los mayores diarios de EUROPA y JAPÓN.


En BRASIL y el resto de Latinoamérica, este artículo no fué publicado.Ayúdenos a divulgarlo.

abril 18, 2010

Carta a la UNP

Quito, abril 12 del 2010.

Señor Licenciado
Vicente Ordóñez Pizarro
Presidente de la Unión Nacional de Periodistas

Quito

Señor Presidente:

Como sigo constando como asociado a la UNP (a pesar de que no he participado de sus acciones y resoluciones desde hace unos 6 años) creo de mi obligación el expresar a usted mis puntos de vista respecto del comunicado titulado: “LA UNP POR LA DEFENSA DE LOS PRINCIPIOS DE LIBERTAD”

Quiero decirle, señor Presidente de la UNP, que he sido, soy y seré respetuoso de la opinión ajena; pero, cuando un organismo colegiado como la UNP habla a nombre de todos los periodistas agrupados en su entorno –y yo no estoy de acuerdo con algunos de los términos de dicho comunicado- lo menos que debo hacer es dejar constancia de mis reflexiones.

Ustedes dicen: “Los periodistas agrupados en la Unión Nacional de Periodistas (UNP) presentan SU RECHAZO A LA CENSURA GUBERNAMENTAL ejercida sobre los colegas periodistas del diario El Telégrafo” ¿Están ustedes seguros de que fue UNA CENSURA GUBERNAMENTAL contra periodistas? ¿Están ustedes seguros de que todos los “reorganizados” son periodistas profesionales? Me parece haber oído, leído y mirado que el único reorganizado fue el Director Montoya y los demás renunciaron en acto de solidaridad.

Desde luego, si eso ha ocurrido, yo comparto ese rechazo; pero, no he leído ni me consta que la UNP, desde hace años, se haya opuesto o haya protestado por reorganizaciones internas que se han dado en diarios locales y nacionales. Cito el caso de El Comercio de Quito que en reorganizaciones internas ha desplazado a compañeros periodistas de larga data; y muchos de ellos, son (o fueron) afiliados y dirigentes de la UNP.

Ustedes dicen: “…y recuerdan que el pasado 24 de marzo, en las observaciones a la Ley de Comunicación plantearon, ante la Asamblea Nacional, que LOS MEDIOS PÚBLICOS DEBEN MANTENER INDEPENDENCIA PERIODÍSTICA E IDEOLÓGICA, CON AUTONOMÍA ADMINISTRATIVA Y DE PRESUPUESTO”. Pregunto: ¿Por qué ustedes estiman que una observación planteada sobre una Ley de Comunicación que aún no ha sido dictada (que no existe jurídicamente) debía tener “fuerza de ley” o ser obligatoria? Yo personalmente discrepo de ese punto de vista ya que estimo que si se exige a los medios públicos “una independencia periodística e ideológica” se debe también exigir a los medios privados (empresas periodísticas) que se ufanan de ser “independientes” la misma independencia periodística e ideológica. ¿Es posible esto? ¿Es posible exigir que los medios públicos sean AUTÓNOMOS si el Ejecutivo (o el legislativo o el judicial) son parte esencial del Estado? ¿En qué país del mundo se ha logrado que los medios públicos sean ajenos al ejecutivo si este es el representante oficial del Estado? ¿Y por qué solo los medios públicos deben ser apolíticos si los medios privados, a título de vigencia de la libertad de expresión, no solo que son políticos (representan y actúan como partidos políticos de derecha y de extrema derecha) sino que en estos tiempos representan posiciones totalmente retrógradas y antipopulares?

Ustedes dicen que “la UNP, ente gremial más grande del país y que defiende los derechos de los periodistas desde hace 70 años, EXIGE las garantías necesarias para el ejercicio de la labor periodística en nuestro país” Correcto; pero, les pregunto: ¿el actual gobierno (y los anteriores) ha dado muestras de alguna actitud contraria a este ejercicio?

Que yo sepa, no. Inclusive ha sido tolerante –excesivamente tolerante- con periodistas por la libre, que no solo han tenido actitudes totalmente insolentes frente al Presidente de la República sino con excomentaristas o articulistas de opinión que en tarimas exclusivamente políticas han confesado que ellos están por un golpe de estado contra un Presidente al que califican de “tirano” “dictador”, desconociéndole su calidad de Presidente Constitucional de la República, elegido por amplia mayoría de votantes ecuatorianos y ecuatorianas. ¿Podríamos hablar de intolerancia, de riesgo para el ejercicio profesional?

Ustedes dicen: “Así mismo, (la UNP) rechaza los ataques y sanciones a los periodistas de distintas regiones del país QUE HAN SIDO SOMETIDOS A PRISIÓN O ESTÁN BAJO AMENAZA” Y citan a continuación una lista de periodistas que supuestamente han sido objeto de “ataques y sanciones”, comenzando por el periodista de opinión Emilio Palacio. No conozco ni he sido informado de tales casos y por lo tanto no puedo opinar sobre ellos, como no sea que hayan sido sentenciados o afronten juicios por difamación, ante jueces de lo penal debidamente competentes. He leído si y he visto y oído lo sucedido con el señor Emilio Palacio y no concuerdo en absoluto con que este señor (que en entrevista que publica hoy lunes 11 de abril, el diario El Comercio dice y critica a la UNP (supongo que Núcleo del Guayas) por su falta de solidaridad y porque exige la profesionalización de los periodistas) haya sido víctima de “ataques y sanciones” como ustedes aseguran. Ha sido si enjuiciado penalmente por un artículo de opinión escrito bajo su responsabilidad y, en el desarrollo del proceso, no ha podido comprobar los dichos que endosaba al demandante; y la jueza le ha sentenciado EN PRIMERA INSTANCIA a tres años de prisión de los cinco a los que pudo haberle sentenciado. Les pregunto: ¿puede uno asegurar, sin sonrojarse, que contra este señor se ha ejercido “ataques y sanciones” si ha sido sentenciado por juez competente, previo el debido proceso y de conformidad con delitos debidamente tipificados desde hace décadas en el Código Penal en vigencia? ¿Tiene alguna corona –solo porque es editorialista de un reputado diario- a injuriar, a acusar a otra persona de delitos que no ha cometido? ¿Puede aceptarse que este es un caso de “ataque a la libertad de expresión? Peor que tilde a los trece millones de ecuatorianos y ecuatorianas de “cobardes” si no salen a defender la libertad de expresión amenazada, que él encarna.

En el penúltimo párrafo –dice usted- “la UNP EXIGE RESPETO al derecho constitucional de la libertad de opinión, a los ……….. etc.etc.” “Agrega: “no poner calificativos a la información, no establecer comisiones especiales para sancionar a los periodistas, NO ESTABLECER CONTROLES de los contenidos en medios de comunicación … etc

Señor Presidente de la UNP: con seguridad usted tendrá información confiable respecto de que se están irrespetando los derechos que usted invoca; pero, yo no los conozco. En cuanto a los “nos” que usted agrega, igual: no tengo una información confiable de que aquello estuviera ocurriendo. De lo que si doy fe es de que el Presidente Correa, en sus alocuciones sabatinas, se ha referido en términos a veces burlescos, a veces satíricos, a veces desafiantes, a periodistas y medios de comunicación que durante una semana han dicho también lo suyo contra el Jefe de Estado o contra sus acciones administrativas y/o políticas. ¿No cree, señor Presidente de la UNP, que el Presidente está haciendo uso DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN que usted demanda, de manera general e imprecisa, para todos nosotros?

Estimo que estas preocupaciones y otras debía dejar constancia por escrito ante el comunicado publicado a nombre de todos sus agremiados, por el Presidente de la UNP. Quiero también que usted, señor Presidente, no lo tome estas observaciones y preguntas como algo personal contra usted, a quien debo respeto y consideración. Simple y llanamente, si un organismo del que formo parte nominalmente emite un comunicado a mi nombre y yo no solo que discrepo de algunos puntos expresados sino que estoy en contra, pues estimo que mi deber ETICO ELEMENTAL es el de dejar constancia mediante una comunicación.

Me anticipo también en expresarle que en el actual gobierno (como en los anteriores) no ejerzo ninguna función, ni siquiera tengo una relación de amistad con el actual gobernante, a quien ni siquiera conozco. Sin embargo, soy uno de los millones de ecuatorianos que respalda el proyecto de la “revolución ciudadana” ya que considero que por lo menos hay una intención de ir a cambios y transformaciones que nuestro país requiere de urgencia y con urgencia.

Del señor Presidente de la UNP, muy atentamente.

Lcdo. Alberto Maldonado S.

c.c. 170225907.6

marzo 29, 2010

Poema a la clase media/ Mario Benedetti

Clase media,
medio rica,
medio culta.
Entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande.
Desde el medio mira medio mal
a los negritos,
a los ricos,
a los sabios,
a los locos,
a los pobres.
Si escucha a un Hitler
medio le gusta,
y si habla un Che
medio también.
En el medio de la nada
medio duda.
Como todo le atrae (a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida) sale a la calle con media cacerola;
entonces medio llega a importar
a los que mandan (medio en las sombras).
A veces, solo a veces, se dá cuenta (medio tarde)
que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina.
Así, medio rabiosa,
se lamenta (a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza a entender
ni medio.

febrero 16, 2010

Ser mujer en la posmodernidad

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FUENTE FOTO: http://blufiles.storage.live.com/y1pC2GziETGF-yBscTWDdVR3ZmnsG7F3m2VdleLj RdNVhkw7n3bx0InTbxZCrkSI3Fcu0ZXAMXLP0 

Paulina G. Mogrovejo Rengel

La posmodernidad sitúa al ser humano en una suerte de relativismo histórico social. Dudar de la historia, de la cultura, de la ciencia, de la religión, de la economía, vivir el momento, interpretar la realidad desde el sujeto, el consumismo, los pequeños ídolos, la sustitución de la ideología por la imagen, la pérdida de la intimidad o la vida que se convierten en un show mediático, la búsqueda de lo inmediato, el culto al cuerpo y la liberación personal, la pluralidad de opciones, la pérdida de fe en el poder público o la despreocupación ante la injusticia, son valores en esta nueva sociedad.

Por otra parte, ser mujer, desde la perspectiva biológica, significa unidad y diversidad, desde la perspectiva cultural, se determina a partir de su rol histórico. Al principio en la comunidad primitiva era la matriarca, en el esclavismo, se consideraba un ser inferior al hombre, de igual calidad que los esclavos; en el régimen feudal tenía funciones domésticas, en el capitalismo continúan las desigualdades materiales en el salario, en la estabilidad laboral, en el cuidado de los hijos, en los cargos de alta gerencia y en el acceso a bienes y servicios, pero en esta última etapa, en la Edad Moderna, las libertades, también femeninas, son ideal de progreso.

La modernidad es la promesa de fe en el conocimiento, en la moral, en la razón y la libertad. Con la modernidad, el mercado, el Estado y el Derecho son garantías que aseguran el desarrollo de las nuevas sociedades capitalistas. Y en efecto, si miramos en perspectiva, es en este sistema donde se han producido los mayores adelantos en la ciencia, en la cultura y en la tecnología, especialmente vinculada con la información y la comunicación.

Desafortunadamente, la acumulación de excedentes por la interacción mercantil se concentra en pocas manos y consecuentemente, los avances científicos, culturales y tecnológicos también, siendo las mujeres modernas doblemente excluidas en lo laboral, en lo tecnológico y en lo cultural. Entonces surge un rechazo a la modernidad como respuesta a la exclusión. La sociedad, incluidas las mujeres, que ya no creen en la lucha social, ni en el poder público, priorizan el hedonismo a la ideología, el ocio al trabajo, viven el momento, pierden su identidad, su historia, sus costumbres.

En medio de esta cultura que no es cultura, de esta filosofía que no es filosofía, ser mujer tiene que significar la recuperación del liderazgo, lograr que todos los días sean un ocho de marzo para la humanidad.