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marzo 09, 2009

Padres ilegítimos

Honrar al padre y a la madre es un valor aceptado en todas las culturas del mundo. Infiere la obligación que tienen los hijos, de observar y respetar, en relación de subordinación, la Autoridad de sus progenitores.

Ahora bien, el respeto a la Autoridad paterna tiene su origen en el orden por el cual los padres son responsables de cuidar y supervisar el crecimiento de sus hijos, para asegurarles un ambiente de paz, amor y crecimiento humano que a futuro establezca en estos últimos, los lineamientos base para su relación con otros miembros del grupo familiar, la escuela, el trabajo y como ciudadanos de la Patria.

Por ello el histórico valor de la familia como Institución y principal núcleo de la sociedad. Decía Confucio: “Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente”. Desafortunadamente, la familia como unidad legal, económica y social que se origina en la unión de un hombre y una mujer que se aman y deciden vivir juntos para procrear y auxiliarse mutuamente, hoy y siempre, ha sido vulnerada hasta su disfuncionalidad.

Entonces se descamina la responsabilidad paterna en la supervisión y cuidado de los hijos, que a su vez, no saben a quién honrar. Los padres pierden legitimidad como Autoridad en la vida de sus hijos y la clase de padres ilegítimos de niños y adolescentes que no pueden ostentar papás, se hace presente.

De allí que la sociedad haya consensuado normalizar la responsabilidad paterna en el Ecuador, haciendo justiciable la protección a la familia y a los niños, niñas y adolescentes en su relación filial, pero en los últimos treinta años, la impunidad ha generado inseguridad jurídica y desconfianza en la justicia. Es decir, la norma ha sido inefectiva.

Por otra parte, actualmente existen avances jurídicos sobre la responsabilidad paterna en el crecimiento de los niños, niñas y adolescentes, para favorecer la convivencia social armónica y pacífica. Pero un nuevo orden al respecto requiere la evolución de paradigmas y sobre todo, una fecunda clase de padres legítimos. paulinamogrovejorengel.blogspot.com

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